Segunda parte
Lic. Pedro Rivera Briseño
LA CULATA
Había una mujer temiblemente peleonera en el pueblo, y con un trasero de dimensiones extranormales a la cual apodaban “la Culata”. Su marido era un tipo borracho y pendenciero, que al igual que su mujer, a la menor provocación estallaba en cólera y arremetía contra cualquiera.
Había una mujer temiblemente peleonera en el pueblo, y con un trasero de dimensiones extranormales a la cual apodaban “la Culata”. Su marido era un tipo borracho y pendenciero, que al igual que su mujer, a la menor provocación estallaba en cólera y arremetía contra cualquiera.
Ese día no podían faltar ambos; la Culata se encontraba en el interior de la iglesia a punta de maltratadas, empujones y golpes. El marido de la Culata buscaba desesperadamente a su mujer, el cual se abría paso a golpes y gritos en medio de tanto amontonamiento de personas y en el estado de ebriedad en que se encontraba, entre alabanzas y letanías le pareció escuchar y que todo el mundo repetía: …”MAATEN A LA CULATAAA”… “MAATEN A LA CULATAAA”… ¡no!... exclamó el marido… ¡A mi Culata no la toquen porque los mato…hijos de….! Y con esto, se dimensionó la gresca. En realidad lo que se repetía a coro en el templo era: “MATER IMMACULATA, MATER IMMACULATA”… (MADRE INMACULADA). Pequeña confusión, ¿no?
PRONTO SE CONVIERTE EN BATALLA CAMPAL
Los devotos que ya andaban por la calle cantando y rezando, regresaron rápidamente para ver por qué del escandalazo. No bien llegaron algunos cuando recibieron un cristazo como se dice vulgarmente “entre ceja, nariz y madre” y así, también ellos participaron en la trifulca…
PRONTO SE CONVIERTE EN BATALLA CAMPAL
Los devotos que ya andaban por la calle cantando y rezando, regresaron rápidamente para ver por qué del escandalazo. No bien llegaron algunos cuando recibieron un cristazo como se dice vulgarmente “entre ceja, nariz y madre” y así, también ellos participaron en la trifulca…
Un trancazo le toco a la vieja camorrista del pueblo: la Culata, quien tomó el pesado cristo de bronce y lo enarboló cual contundente mazo. Con mirada fiera clavó los cuchillos de sus pupilas sobre una vieja y descargó con todas sus fuerzas el golpe que hizo que la plebe que los rodeaba, fueran bañados con un chorro de roja y reluciente sangre.
Muchos cayeron al suelo bañados en sangre. Por donde quiera los cristazos se repartían a placer…Ya ninguna mujer llevaba rebozo en la cabeza, sino que andaban desgreñadas y escurriendo sangre y presentaban rajadas impresionantes en el cuero cabelludo, pero eso sí: andaban hechas una furia y gritaban palabras soeces.
Muchos cayeron al suelo bañados en sangre. Por donde quiera los cristazos se repartían a placer…Ya ninguna mujer llevaba rebozo en la cabeza, sino que andaban desgreñadas y escurriendo sangre y presentaban rajadas impresionantes en el cuero cabelludo, pero eso sí: andaban hechas una furia y gritaban palabras soeces.
Los viejos odios que se profesaban familias enteras allí quedaron saciados, bien satisfechos: Los Martínez se vengaron de los Almeida; Los Arredondo de los Arriaga; en fin… Los sacerdotes trataban de imponer la paz, pero un cristazo en la espalda los echaba de bruces al suelo; todo el mundo ardía de rabia y coraje. Pronto, aquello fue un espectáculo dantesco, ya que la sangre chorreaba por todos lados…
Todos andaban desgarrados y desgañitados de gritar, llenos de sangre. Puesto que en esa apretura no se podían pegar en los cuerpos, los porrazos iban únicamente a la cabeza… Había muchísima gente herida de gravedad y casi sin espíritu, yacía en el suelo casi agonizando, con sangre que les salía a chorros por los oídos y nariz, y sobre de ellos pasaba la muchedumbre enardecida…
IMÁGENES DECAPITADAS
IMÁGENES DECAPITADAS
Por supuesto que los Cristos no salieron muy bien librados de la gresca: los había sin cabezas, sin brazos, sin piernas… Los de barro se hacían polvo y los de madera se partían. Todos los esgrimían de un lado para el otro. Los Cristos de gran tamaño los manejaban a dos manos como temibles mazos, listos para pulverizar cráneos.
Solo los de hierro, plata y bronce estaban casi ilesos, solo un poco torcidos…
Una vez que acabó la contienda, los médicos y boticarios no se daban abasto para atender a tanto herido. Hasta tuvieron que pedir médicos y medicinas de Puebla de los Ángeles… los encargados del Ayuntamiento de Limpia sudaron la gota gorda tratando de borrar las manchas de sangre de las calles…
Una vez que acabó la contienda, los médicos y boticarios no se daban abasto para atender a tanto herido. Hasta tuvieron que pedir médicos y medicinas de Puebla de los Ángeles… los encargados del Ayuntamiento de Limpia sudaron la gota gorda tratando de borrar las manchas de sangre de las calles…
No se sabe si el sacristán y los sacerdotes fueron suspendidos en su cargo ministerial o los cambiaron a otro poblado muy lejos de ahí… Lo que sí se sabe, es que jamás los volvieron a ver en la iglesia.
PROCESIONES SUSPENDIDAS
Este suceso fue de tal trascendencia que en todas partes no se comentaba otra cosa más que del Rosario de Amozoc, por lo tanto, don Manuel Flon de Tejada, conde de la cadena, intendente de Puebla de los Ángeles, mandó que se suspendieran para siempre esas tales procesiones, ya que se temían dos cosas: Primero, que en el futuro se suscitara otra tremolina como la que acababa de suceder. Segundo, que en otra gresca sangrienta se volvieran a usar como armas ofensivas las imágenes de Cristo crucificado. Así fue que, con ese escandalazo en el que todo el pueblo quedó hecho una lástima, terminaron para siempre las muy mentadas y célebres procesiones de Amozoc…
PROCESIONES SUSPENDIDAS
Este suceso fue de tal trascendencia que en todas partes no se comentaba otra cosa más que del Rosario de Amozoc, por lo tanto, don Manuel Flon de Tejada, conde de la cadena, intendente de Puebla de los Ángeles, mandó que se suspendieran para siempre esas tales procesiones, ya que se temían dos cosas: Primero, que en el futuro se suscitara otra tremolina como la que acababa de suceder. Segundo, que en otra gresca sangrienta se volvieran a usar como armas ofensivas las imágenes de Cristo crucificado. Así fue que, con ese escandalazo en el que todo el pueblo quedó hecho una lástima, terminaron para siempre las muy mentadas y célebres procesiones de Amozoc…
A partir de este hecho sangriento, corrió la voz por la Nueva España la frase: “Acabó como el Rosario de Amozoc”, cuando en una fiesta terminaba en una gran pelea generalizada…esta frase perdura en la actualidad como remembranza de aquella procesión.
Fuente: Revista quincenal, Grandeza en la Historia. Texto: Martha Angélica Saldaña.
NOTA: El vocablo AMOZOC, proviene del Náhuatl, AMO, que es un adverbio de negacion y de ZOQUITIL que significa LODO. Esto es, LUGAR SIN LODO.
Fuente: Revista quincenal, Grandeza en la Historia. Texto: Martha Angélica Saldaña.
NOTA: El vocablo AMOZOC, proviene del Náhuatl, AMO, que es un adverbio de negacion y de ZOQUITIL que significa LODO. Esto es, LUGAR SIN LODO.