martes, 20 de octubre de 2009

Dia de Muertos en México


Lic. Pedro Rivera Briseño


Para los mexicanos el Día de Muertos o Día de los Fieles Difuntos representa algo más que la veneración de sus muertos, podría decirse que para los mexicanos a diferencia de otros países, lo reflejan burlándose, jugando y conviviendo con la muerte. Esta convivencia ha dado lugar a diferentes manifestaciones de su arte popular, a través de expresiones muy originales como lo son; las calaveras de dulce, el pan de muerto, dibujos que se burlan de la muerte, versos en los que se ridiculiza a cualquier personaje vivo, de las artes, ciencia y en especial los de la política y las tradicionales ofrendas, las cuales se preparan con respeto por los familiares para recordar a los que se han ido, alimentos, flores y objetos personales del difunto son parte esencial del altar y según la creencia, los seres queridos regresan este día para gozar lo que en vida más disfrutaban.

Haciendo un repaso de la historia, en las culturas mesoamericanas los nativos consideraban a la muerte como el paso a seguir hacia una nueva vida y fue hasta la llegada de los españoles que trajeron consigo las nuevas creencias con respecto a la vida y la muerte. La muerte producía terror, pues en el juicio final los justos recibirían su recompensa y los pecadores su castigo... Y lo difícil era no contarse dentro de los pecadores.

En la cotidianeidad del mexicano la muerte aparece salpicada de picardía, y en este día en particular, todos los cementerios del país se llenan de gente que esta ansiosa de compartir esta sagrada fecha con sus difuntos. Familiares y amigos llegan a la tumba de su ser querido, con flores y escoba en mano, ya que ha pasado mucho tiempo desde la última visita, algunos llevan comida para disfrutar en compañía de sus difuntos, otros hasta músicos llevan para alegrar el momento que pasan en el cementerio con sus seres queridos y muchas veces los familiares y amigos deciden continuar la fiesta en la casa de algunos de ellos, quizás pensando en el ya célebre dicho popular: "El muerto al pozo y el vivo al gozo".

Sus tradiciones culturales se han seguido conservando gracias a la religiosidad y fervor de su gente, las cuales se han transmitido de generación en generación a pesar de que estas tradiciones están en peligro de desvirtuarse debido a la influencia y mezcla con otras costumbres extranjeras.
Es por eso que en el extranjero es aún más importante que se conserven estas tradiciones, ya que mantienen el espíritu de unidad y nacionalismo entre las personas de un mismo país y de aquellos que sin importar el lugar de donde provienen se sienten identificados con esta bella expresión cultural.
Ésta es una festividad antigua que se ha transformado mucho con los años, pero que fue pensado en el México prehispánico, celebrar a los niños y a los adultos muertos.

La celebración original se puede remontar a los festividades sostenidos durante el mes de el dios Azteca de Miccailhuitontli, presididos ritualmente por la diosa Mictecacihuatl (" señora de los muertos "), y dedicados los niños y a los adultos muertos. Los rituales durante este mes también ofrecieron un festín dedicado al deidad principal de la guerra de Azteca, Huitzilopochtli. En el calendario de Azteca, este ritual bajó áspero en el final del mes gregoriano julio y el principio de agosto, pero antes de la conquista fue movido por los sacerdotes españoles del de modo que coincidiera con el día de fiesta cristiano de todo santifique víspera (en español: " Día de Todos Santos, ") en un esfuerzo inútil de transformar esto " de un profane " a una celebración cristiana. El resultado es que el mexicano ahora celebra el día de los muertos durante los primeros dos días de noviembre, más bien que al principio del verano, pero recuerda a muertos que todavía lo hacen, y el festival moderno es caracterizado por la mezcla mejicana tradicional de características cristianas aborígenes e introducidas antiguas.

Generalizando ampliamente, las actividades del día consisten en visitas de las familias a los sepulcros de sus parentescos cercanos. En los miembros de la familia enganche a ataviar encima, adornarlo con las flores, a precisar y a gozar de una comida campestre, y a obrar recíprocamente social con otros familia y los miembros de la Comunidad que recolectan en el cementerio. Las familias recuerdan salido contando historias sobre ellas. Las comidas preparadas para estas comidas campestres son suntuosas, generalmente ofreciendo platos de la carne en salsas picantes, un especial huevo-estropean el pan, las galletas, el chocolate, y los dulces azucarados en una variedad de formas del animal o del cráneo. Los altares de la familia se adornan profusamente con las flores de las flores, y se adorna con amuletos religiosos y (en aldeas más pequeñas) con ofrendas del alimento, de los cigarrillos y de las bebidas alcohólicas. Debido a este ambiente social caliente, el ajuste colorido, y la abundancia del alimento, de bebida y de la buena compañía este conmemoraciones de los muertos tiene insinuaciones agradables para la mayoría de los observadores, a pesar del fatalismo abierto exhibido por todos los participantes, que interacción festiva con vivir y absolutamente en un ritual social importante está una manera de reconocer el ciclo la vida y la muerte que es existencia humano.

La observancia tradicional llama para un banquete durante las horas tempranas de la mañana de noviembre las 2das, el día del apropiado muerto, aunque las familias mexicanas urbanas modernas observan generalmente el día de los muertos con solamente una cena especial de la familia que ofrece " el pan de los muertos " (pan de muerto). Es buena suerte ser el quién muerde en el esqueleto plástico del juguete ocultado por el panadero en cada pan redondeado. Los amigos y los miembros de la familia dan a uno otros regalos que consisten en los esqueletos del azúcar u otros artículos con un adorno de la muerte, y el regalo es más estimado si el cráneo o el esqueleto se realzan con su propio nombre.

viernes, 2 de octubre de 2009

Plutarco Elías Calles

EL FIN DEL MAXIMATO

Lic. Pedro Rivera Briseño

1 de abril de 1936, Lázaro Cárdenas dispone que Plutarco Elías Calles sea expulsado.


Por intervenir constantemente en la dirección de la política nacional. El 9 de enero de 1936, Calles se había presentado al Juzgado Primero de Distrito en materia penal, para declarar en el juicio que se le seguía a Nemesio Treviño Villarreal, acusado de que en 1915 hizo contrabando de armas en Sonora. Por otra parte, Luis N. Morones -vocero de Calles-, tenía un abierto juicio porque en dos casas de su propiedad fueron encontradas armas y municiones.

Estos hechos que fueron interpretados por la opinión pública como signos del ocaso del Maximato. Por otra parte, durante el mes de febrero hubo impresionantes mítines de obreros, campesinos y empleados públicos que a gritos pedían a Cárdenas que castigara las intromisiones de Calles. En muchos lugares del país, paseaban ataúdes con los nombres de Calles y Morones; lo mismo pedían los comunistas y algunas lideresas con agresivos grupos de mujeres intentaron invadir las propiedades de Calles; gobernadores, diputados, senadores y algunos militares afectos al expresidente habían sido depuestos o movilizado de su zona de influencia; y, finalmente, la gran creación de Calles, el PNR, lo expulsó "por traición al programa de la Revolución y por conspirar contra las instituciones"; además, el Congreso lo acusó de desacreditar al país en el extranjero y llamarlo comunista y el Congreso de Veracruz, dijo que ya no era "hijo predilecto".

El 9 de abril siguiente, Morones, Luis L. León y Melchor Ortega fueron arrestados en distintas horas y lugares. A la medianoche del 9 de abril de 1936, el general Rafael Navarro Cortina, en compañía de varios oficiales y tres agentes de la policía judicial, se presentó en la finca Santa Bárbara, en la ciudad de México, y aprehendieron a Calles. Calles padecía un fuerte ataque de gripe y estaba en su lecho leyendo Mi Lucha de Adolfo Hitler; a las diez de la noche, Navarro Corona fue a su domicilio para notificarle que se preparara para salir del país; no opuso resistencia y preguntó la razón del exilio; Navarro le respondió: "Soy un soldado y sólo obedezco órdenes".

A las seis y media de la mañana, fue llevado al aeropuerto. Este mismo día, Cárdenas dio a conocer un documento explicativo de las razones de la expulsión y señaló que asumía la responsabilidad legal y política del hecho. La prensa de la época comentó que era muy probable que Clark Lee corresponsal de la Prensa Asociada de México, fuera quien le dio la noticia antes del comunicado oficial; también se especuló que la noticia se filtró por medio de los círculos diplomáticos cuando Josephus Daniels gestionó su visa por teléfono. El 10 de abril de este mismo año, del aeropuerto de Balbuena despegaría el avión en el que iban Calles, Morones, León y Ortega.