domingo, 1 de noviembre de 2009


LOS AFROMEXICANOS



Lic. Pedro Rivera Briseño


Son los invisibles. No figuran en los censos del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), la Ley y las políticas públicas para el desarrollo están fuera de su alcance. El desconocimiento de la cultura africana en México no es casualidad porque el mismo gobierno se ha encargado de enterrar la historia de esta cultura, con la independencia (1810-1821), el sistema de castas español legalmente llegó a su fin, se abolió la esclavitud y se decretó que todos los ciudadanos, sin importar el color de su piel, fueran tratados iguales y reconocidos como mexicanos. A pesar de no existir una segregación racial en México como en Estados Unidos, la discriminación contra la población mestiza o afromexicana no desapareció de la sociedad, y es un estigma que se sigue viviendo hasta nuestros días.

Con la instauración de una identidad nacional mexicana, también se dispersa de “la historia oficial” de los afromexicanos y la eventual negación de las importantes contribuciones de África a México, después de la Revolución Mexicana, José Vasconcelos, ex secretario de Educación, definió la mexicanidad como la unión del indio y el español, eliminando de un brochazo toda influencia de origen africano. Con su teoría de la “raza cósmica”, el también escritor estableció que la “raza de bronce” era el resultado del encuentro entre Europa y América, ignorando completamente África, razón de desconocimiento o de hipocresía y tal vez vergonzante para el propio Vasconcelos.

Sagrario Cruz Carretero, antropóloga en la Universidad de Veracruz, indica que la historia de la tercera raíz mexicana -la africana- estaba prácticamente olvidada en México, y no fue reconocida por el gobierno hasta 1992, casi 500 años después de la llegada de los africanos a las costas de Veracruz. Además, enfatiza que en los libros de educación pública se menciona vagamente su influencia, al grado que todavía mucha gente no sabe y/o niega su presencia en el país. La antropóloga cuenta que cuando los afromexicanos salen de sus comunidades, en muchas ocasiones rumbo a Estados Unidos, constantemente son detenidos por elementos de la policía federal preventiva que los acusan de ser indocumentados y los obligan a cantar el Himno Nacional para comprobar su nacionalidad.

Agrega que en la década de 1990 un grupo de pobladores de Mata Clara, en Veracruz, fue encarcelado por varios días en el Distrito Federal, con el argumento de que en México “no hay negros”. Glyn Jemmott, sacerdote de Trinidad y Tobago que ha vivido en Costa Chica durante los últimos 25 años, indica que es imposible negar la presencia africana en México. “Se puede ignorar y ha sido rechazada por varios siglos, pero no se puede borrar porque nació y creció con el país”. Gonzalo Aguirre Beltrán, padre del primer estudio de Los Negros en México, en 1948, y del cual no hubo seguimiento hasta la década pasada, indica que después de la Independencia se consideró que el 10% de la población era de origen afromestizo. Pero el padre Jemmott considera ese número conservador, tomando en cuenta el estigma que hay en gran parte de los países latinoamericanos de minimizar o ignorar la presencia africana de su propia identidad.

A pesar de sus grandes contribuciones, la población africana en México es una de las más marginadas en Oaxaca, Guerrero, Veracruz y Coahuila. Actualmente algunos apellidos de origen afromestizo que podemos escuchar en México son Moreno, Crespo, Pardo y Prieto; y alimentos que se creen netamente mexicanos como el menudo, las tripas y la moronga tienen origen africano. Ya que en su lugares de origen (áfrica) las reses eran cortadas en canal con el propósito de extraer todas las vísceras como las tripas, pancita, hígado, etc. Las cuales eran desechadas por ser una “porquería para el hombre blanco” utilizándose esto como alimento para otros animales y campesinos negros que no tenían acceso a otro alimento.

Héroes nacionales como José María Morelos y Pavón, caudillo de la Independencia; Vicente Guerrero, segundo presidente de México, Juan Álvarez revolucionario independentista y presidente de México, Emiliano zapata, Revolucionario agrarista y Lázaro Cárdenas, uno de los más reconocidos presidentes que ha tenido el país, eran de ascendencia africana. Además, la música jarocha y las fiestas como El Fandango y los carnavales tienen grandes influencias africanas.

Fuente:
(Antonio Mota Colectivo Cultural Sinarkalli)
http://www.prensaindigena.org.mx/nuevositio/2009/02/26/mexico-un-pedazo-de-africa-en-mexico/